El país enfrenta simultáneamente tres señales de alerta que afectan directamente a sectores sensibles: la salud pública, la calidad educativa y la gestión municipal. Durante el Novenario de la Virgen de Caacupé, monseñor Miguel Ángel Cabello advirtió que la atención integral de la salud sigue siendo un privilegio reservado a quienes poseen recursos o acceden mediante prácticas oportunistas. Señaló que negociar con la necesidad de los pacientes constituye un acto “cruel y criminal”, lo que reabre el debate sobre la inequidad en el acceso a servicios esenciales.

A la preocupación social se suma el masivo aplazo de docentes del Departamento de San Pedro Sur. Según el Ministerio de Educación y Ciencias, el 88% de los postulantes no logró superar las pruebas escritas del Concurso Público de Oposición. El resultado desnuda una fragilidad estructural en la formación docente y plantea la urgencia de revisar los procesos de capacitación, especialmente cuando tres de cada cuatro aspirantes a cargos educativos no alcanzan los estándares mínimos requeridos.

Por otra parte, la Municipalidad de Asunción encara críticas por una deuda de G. 14.000 millones con la Asociación de Funcionarios Municipales de Asunción. La administración del intendente Luis Bello anunció que recurrirá a un préstamo para saldar el compromiso, luego de denuncias por la retención de aportes descontados de salarios sin transferencia al gremio. Esta situación profundiza la desconfianza hacia la gestión de recursos públicos.